viernes, 11 de junio de 2010

Sistemas Totalitarios

El totalitarismo considera el Estado como un fin en sí mismo, y por tanto lo maximiza, y dado que el poder existe para el fin de las cosas, si consideramos al Estado un fin, estos dos componentes de la política son correlativos, como consecuencia un Estado más grande nos da un poder más grande. Así el poder del estado totalitario lo puede todo porque el fin lo abarca todo. Mussolini  dijo:"todo en el estado, todo para el estado, nada fuera del estado, nada contra el estado". No es ya el estado para el hombre, sino el hombre para el estado.
Los dos sistemas totalitarios son:
El fascismo en Italia fue un movimiento político del siglo XX que surgió en el Reino de Italia tras la Primera Guerra Mundial.
Nació en parte como reacción a la Revolución Bolchevique de 1917 y a las fuertes peleas sindicales de trabajadores y braceros que culminó en el bienio rojo, en parte como polémica respecto a la sociedad liberal-democrática que salió maltrecha de la experiencia de la Primera Guerra Mundial.
Entre las capas sociales más descontentas e influenciables por las sugestiones y la propaganda nacionalistas que, tras el tratado de paz, infundieron el mito de la «victoria mutilada», emergieron las organizaciones de excombatientes, y en particular de ex-arditi, entre las que, se añadía, a la frustración generalizada, el resentimiento provocado por no haber obtenido suficiente reconocimiento a los sacrificios, la valentía y el desprecio al peligro demostrados a lo largo de los duros años de combate en el frente. Fue este el contexto en el que el 23 de marzo de 1919 Benito Mussolini fundó en Milán el primer fascio de combate, adoptando símbolos que hasta entonces habían distinguido a los arditi, como las camisas negras y la calavera.
El nuevo movimiento expresó la voluntad de «transformar, con métodos revolucionarios si es necesario, la vida italiana», autodefiniéndose partido del orden y consiguiendo de este modo ganarse la confianza de las capas de población más ricas y conservadoras, contrarias a cualquier agitación y reivindicación sindical, en la esperanza de que la fuerza de choque de los fascios de combate se opusiera favorablemente a las revueltas promovidas por socialistas y católicos populares.
Al recién nacido movimiento le faltaba sin embargo inicialmente una base ideológica bien definida, y el mismo Mussolini no se había decantado por una u otra línea ideológica concreta, sino simplemente contra todas las demás. Según su intención, el fascismo habría debido representar una «tercera posición».

El fascismo se transforma en dictadura

Solamente en el período de instalación régimen – inmediatamente después de la fin de la Primera Guerra Mundial - los escuadristas fascistas devastaron diez centros de périodicos, veinticinco casas de pueblos, cincuenta y nueve habitaciones de trabajo, ochenta y cinco centros de cooperativas, cuarenta y tres ligas de agricultores, treinta y seis círculos obreros, diecisiete círculos de cultura, treinta y cuatro secciones socialistas, doce asociaciones varias.
Los cadáveres por causas de luchas punitorias contabilizados entre 1919 y 1922 fueron de quinientos (aunque fuentes diversas señalan tal cifra en tres mil)
El Tribunal Especial, activo hasta julio de 1943, volvió a su actividad en enero de 1944 con el advenimiento de la República Social Italiana: 5.619 fueron la oración hecho público de este organismo y 4.596 las condenas llevados a cabo. Las oraciones de condena a muerte fueron cuarentados, de cual treinta y uno llevados a cabo, y 27.735 los años de cárcel infligidos totalmente.
El régimen establecido de Mussolini trajo además leyes raciales fascistas, que después de 1943 motivaron el arresto de miles de judíos italianos por parte de los nazis, muchos de los cuales fueron destinados al campo de concentración de Auschwitz . Es calculado que el fascismo italiano "contribuyó" al Holocausto con cerca de 10.000 hebreos.
Durante la Segunda Guerra Mundial y en el consiguiente periodo de la resistencia italiana, fueron 194.000 los militares y 3.208 los civiles caído sobre los frentes de guerra .
Esa que sigue son otras cifras de origen ANPI tratando las víctimas del fascismo: 9.249 militares muertos en actividade partidarios afuera de los de las fronteras de Italia; 1.478 militares e 23.446 civiles muertos entre los deportados en los campos de concentración de la Alemania nazi; 41.423 militares muertos entre las soltados recluido en Alemania; 5.927 militares caído al lado de los aliados: 38.939 civiles muertos de bombardeo.
De acuerdo con el historiador Giorgio Rochat solamente en el trienio 1943-1945 el total de las víctimas del fascismo fue de 444.000 personas, de cual 397.000 varones y 47.000 mujeres, sobre eso cuarentamil personas que murieron después de 1945. Por cuanto trata el mismo perìodo esto es, de acuerdo Rochat, el detalle de las muertes grabadas: cerca 20.000 militares en los combates después de 8 de septiembre de 1943; 13.400 militares prisioneros da los alemanes en los mares de Grecia; acerca 10.000 en las guerilleros en los Balcanes; acerca 40.000 como prisioneros en Alemania.

A estas cifras van adjuntas aquellas relativas al periodo de la expansión colonial. En particular se calcula que han sido 21.123 los ciudadanos libios matados por las tropas de ocupación entre 1911 y 1923. Es imposible calcular el número exacto de las muertes durante el periodo fascista, aunque si algunas fuentes lo apuntan como la mitad del total, también con el uso de gas venenoso, prohibido internacionalmente.
Por último, deben ser considerados entre las víctimas del fascismo los que fueron sometidos por la fuerza a medida de la estancia, o el confinamiento en pequeñas islas en el Mar Mediterráneo o en las aldeas, principalmente en el sur de Italia. La medida punitiva se adoptó sobre la base del Real Decreto 1848 expedido el 6 de noviembre de 1926. Era aplicable a cualquier persona considera una amenaza para el orden estatal o el orden público. Después de un mes de la entrada en vigor del decreto, se limitaron a seiscientos (más de novecientos serían al final de ese año). En total, las víctimas de la residencia se vieron obligadas a más de quince mil. Entre ellos figuran nombres ilustres como los de Antonio Gramsci, Cesare Pavese, Altiero Spinelli, Ferruccio Parri, Giuseppe Di Vittorio. Se calcula que fueron ciento setenta y siete opositores al régimen que murieron mientras estaban en confinamiento.
En vista de las elecciones del 6 de abril de 1924 Mussolini aprovó una nueva ley electoral que le permitiría tener 3/5 de los puestos en el gobierno, los cuales recogerían un 40% de los votos. En el período de la campana electoral se mantuvo un clima de tensión, a causa de intimidaciones y riñas entre los partidos. Mussolini obtuvo en estas elecciones un 60,9% de los votos.
El día 30 de ese mismo año el diputado socialista Giacomo Matteotti disputó su oposición respecto a los resultados de las elecciones. El 10 de junio de 1924 por órdenes de Giovanni Marinelli (cabecilla de la policía fascista), Matteoti fue secuestrado y asesinado.
La oposición responde a este acontecimiento retirándose a Aventino, pero el 16 de agosto a Roma se encuentra el cuerpo ya descompuesto de Matteoti. Ivanoe Bonomi, Antonio Salandra e Vittorio Emanuele Orlando ejercitaron presiones sobre el rey, de modo que Mussolini fuera destituido del cargo de primer ministro, mas Vittorio Emanuele III abrogándose a la Constitución contesto: «Soy sordo y ciego. Mis ojos y mis oídos son la Cámara y el Senado» y por lo tanto no participó.
Lo que sucedió exactamente la noche de San Silvestro de 1924 quizás nunca será determinado. Parece que unos cuarenta consules de las milícias, guiados por Enzo Galbiati, obligaron y amenazaron a Mussolini para que restaurará la dictadura.
El 3 de enero de 1925 en la Cámara, Mussolini realizó el famoso discurso en el cual asume la responsabilidad por los hechos ocurridos: «Declaro aquí, a esta Asamblea y al pueblo italiano, que asumo, solo yo, la responsabilidad política, moral, histórica, de todo lo sucedido. ¡Si las palabras más o menos son suficientes para colgar a un hombre, traigan el poste y la cuerda! ¡Si el fascismo ha sido solo aceite, y no una pasión arrogante de la mejor juventud italiana, es mia la culpa! ¡Si el fascismo ha sido una asociación criminal, entonces soy el jefe de esta asociación criminal! Si las violencias han sido resultado de un clima histórico, político y moral, denme a mí la responsabilidad de esos actos, porque este clima histórico, político y moral lo he creado con una gran publicidad desde sus inicios hasta hoy»
Con este discurso Mussolini se declaró dictador. En la década de 1925-1926 se publicaron una serie de normas en contra de la libertad: fueron disueltos todos los partidos políticos y los sindicatos no fascistas, se elimino toda libertad de prensa, de reunión y de expresión, se restableció la pena de muerte y se creó un Tribunal Especial con amplios poderes, capaz de mandar al exilio a las personas desagradables al régimen con una simple medida administrativa .
Nazismo:
 El nazismo es una ideología alemana gestada en los años 20 pero que no alcanzará importancia hasta los años 30, momento en que las duras condiciones de paz impuestas en el Tratado de Versalles (1919) se juntan con la grave crisis mundial del Jueves Negro en 1929. A nivel mundial, las democracias liberales quedan fuertemente desacreditadas. La situación mundial parecía dar razones a las reivindicaciones obreras tradicionalmente vinculadas al marxismo y socialistas del siglo XIX. La acumulación de la producción llevó a la quiebra de las empresas, despidos masivos de trabajadores y la situación se agrava aún más. En Alemania la situación es más acuciante aún, ya que a los devastadores efectos económicos se sumaba la obligación de pagar el tributo de la derrota en la Primera Guerra Mundial, y el descontento popular ante la injusta situación que hacía que las calles se llenaran de manifestaciones extremistas de toda índole, tanto de izquierda como de derecha.

Política exterior

El objetivo final de la política exterior nazi era la conquista del Lebensraum o espacio vital alemán. Su imperialismo era a la vez económico y racial. Hitler sostenía que el pueblo elegido (la raza superior) debía disponer de suficiente espacio, definido como una relación entre los recursos (tierras, alimentos) y la población. Su objetivo inmediato eran las tierras de Europa Oriental, pobladas por razas consideradas inferiores.
La política interior totalitaria del Tercer Reich estaba al servicio de su política exterior expansionista. El totalitarismo creaba las bases materiales y psíquicas para la conquista exterior y, al mismo tiempo, los grandes éxitos y la conciencia de la "misión" de la raza distraerían a la población de la represión interna.
Hitler expresó desde un principio su voluntad de rearme a Alemania. Realizado primero en secreto, se hizo público después de 1935 y fue tolerado por las naciones europeas que estaban más preocupadas por el avance del comunismo que el nazismo. La política inglesa y francesa fue la del "apaciguamiento", que consistía en conceder a Hitler aquello que reclamaba y firmar nuevos pactos, apostando con esto a mantener a los nazis bajo control.
Ejércitos mayores y mejores entrenados, producción de barcos de guerra, aviones, tanques y municiones, e investigación de nuevos tipos de armamento, absorbieron crecientes recursos estatales. Por otro lado, el rearme permitió llegar al pleno empleo y dejar atrás la crisis de 1929. Esto reactivó la economía alemana y trajo un nuevo prestigio al reich.
En 1936, las fuerzas militares alemanas reocuparon sorpresivamente Renania. Desde ese momento y hasta 1939, la táctica consistió en ataques justificados por el derecho alemán al Lebensraum, seguido por nuevas promesas de paz.
Al episodio de Renania le siguió la intervención en la guerra civil española y la anexión de Austria en 1938. La semidictadura austríaca intentó en vano impedir la campaña de anexión de los nacionalistas austríacos y dejó finalmente el poder a los alemanes en 1938. Un plebiscito a favor de la "Gran Alemania" confirmó luego la Unión.
El siguiente objetivo fue Checoslovaquia, donde un conflicto con la minoría alemana de los Sudetes le sirvió de excusa para la anexión de la región en 1938. Inglaterra y Francia accedieron a estas pretensiones alemanas por medio de los Acuerdos de Múnich y Chescolovaquia debió ceder. Pero Hitler invadió el resto de Checoslovaquia en 1939. Esto puso de manifiesto su verdadera intención y el fracaso de la política de "apaciguamiento" de Inglaterra y Francia. Cuando, tras firmar un pacto de no agresión con la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), Hitler se lanzó en septiembre de 1939 a invadir Polonia, Francia e Inglaterra le declararon la guerra. Así comenzaba la Segunda Guerra Mundial.

Lucero Tello y Nuria Calderón

FUENTES:
http://es.wikipedia.org/wiki/Nazismo#Claves_de_la_ideolog.C3.ADa_nacionalsocialista_temprana
http://es.wikipedia.org/wiki/Italia_fascista

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