La sociedad incaica, como todas las sociedades del mundo, descansó de una desigualdad social, se basó sólo en el principio de "jerarquía".
Los Incas decían "debe haber un grupo de hombres que dirijan, gobiernen y administren una élite que era la minoría de la población; y otro, de obedientes y sumisos, la mayoría, la masa de la población.
Actualmente, tampoco somos iguales, pero esta desigualdad no se basa en la jerarquía, ni en el color de la piel o la raza, ni menos ante la ley; sino que es el poder económico, es decir, el dinero, factor predominante.
La estructura social del Imperio se puede representar por una pirámide en cuyo vértice encontramos situado al Inca, con la más alta jerarquía, la nobleza ocupando el primer escalón de la pirámide. Es la corte real muy numerosa que se distinguía por su linaje y riqueza cultural; la que comprendía dos grupos sociales: la Nobleza de la Sangre y la Nobleza de Privilegio, en escalones sucesivos y la base de dicha pirámide la ocupaba el Pueblo, que a su vez comprendía a tres grupos sociales: los Hatunrunas, los Mitimaes y los Yanacunas.
Alumna: Rubí Garcés Medina
5to Secundaria.
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