EL ABETO
El abeto estaba muy triste porque se consideraba un árbol inútil que no daba fruto ni flores
- ¡Oh ¡ - se lamento el abeto. Todos pasan junto a mí sin detenerse y nadie me hace el menor caso. ¡Que desgraciado soy!
Cierto día, un leñador se acerco al abeto con la intención de cortarlo.
- ¡No me importa ¡- se resigno
- Este leñador me venderá en el mercado, despedazado, y acabare mi triste vida en el fuego de una chimenea.
Pero todo el mundo comento que el leñador había vendido el abeto en el palacio del rey.
- ¡Oh! - murmuro el árbol – El rey ordenara a sus servidores que me arrojen al fuego.
Pero me ocurrió así, ya que los hijos del rey le ordenaron con sus propias manos de una manera primorosa.
- ¡Oh! – Lloro de alegría el abeto – Yo me creía un árbol inútil y estaba destinado a lucir en el palacio del rey la noche de navidad.
Integrantes:
-Cecilia Conso
-Ines vildoza
interesante!
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