Cuando entraste por primera vez tenías dieciocho años recien cumplidos y ya habías matado a seis personas, ahora tienes treinta y cuatro años y no puedes matar a nadie porque las fuerzas no te dan. Tu mirada apunta al suelo y recuedas lo que planeabas robar, tu mente ya no puede concretar ni una idea para escapar de las barreras.
Tus ojos pasean por el patio y ubican a "panetón", el secuestrador mas repudiado de Lima, tiene plata y vive bien, unos metros a la derecha "el chacal", líder de los destructores fuma marihuana y lo envidias porque tu solo pruebas pasta. De pronto un silbido hace que gires la cabeza, es "el payaso", sicario colombiano, piensas que... perdón no piensas.
Un policia golpea las rejas y todos se "guardan". Tu caminas hasta donde llegues, el olor a pasta te guía, nauseabundo y pestilente caminas entre basura y excremento, "negro pásala" dices, el negro te mira y se caga de risa en tu cara "este esta huevón", miras al suelo y te humillas, rascas el piso, te muerdes las uñas, "negrito pásala, mañana te devuelvo" el negro te mira, le das pena y te regala la macoña, sabe que no le devolverás nada pero el negro te admiraba "este chibolo tiene futuro" pensaba. Se equivocó, terminaste más cagado que palo de gallinero.
Miras la luna y puedes pensar, la pasta te consume pero puedes pensar, es la misma luna de hace diez años cuando caminabas con pistola bajo la casaca y todos te temían, pero será la misma luna del día de tu muerte.
Duermes donde te da sueño, esta vez fue el basurero, no hay espacio para ti en ninguna celda, todos te escupen, apestas a orine, tu baba da asco. Ni papeles para taparte encuentras. Ya no sueñas más, el último sueño fue hace tres años, mataste a cinco faltosos al hilo y nunca te atrapaban. Te levantas por que sientes lluvia, el "chato piter", ebrio de chica canera mea a tu lado y te moja, no tienes valor para decirle algo, el te mira y se burla como de costumbre.
Al día siguiente todo se repite, no eres más que un bulto andante, un estropajo que deambula sucio y carcomido, si no te mata una bala te mata la suciedad, no oyes bien por la cochinada en tus oidos, no hablas bien porque te duele la boca pérfida, evitas caminar porque tu cuerpo no responde.
Si fuera policía te doy un tiro por compasión y estoy seguro que me lo agradecerías pero solo soy aquel adolescente que anduvo contigo robando y matando gente y ahora te veo desde lo etereo invisible de lo inmaterial que todos llaman alma, que todos llaman muerte, que no es más que una quimera de los ancestros porque aquí todo se ve pero nada se toca.
Atte.
Tu cómplice K- mote
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